DIA 17 MARZO- RETO WONDERS: “KIKYO Y LA FUERZA DEL SINO”






Kikyo es un personaje imprescindible del manga y anime Inuyasha. Es una sacerdotisa y, como tal, se dedica a sanar a los enfermos y a cuidar de los desamparados. Además, una de sus funciones es ahuyentar y cazar los demonios que ponen en peligro a su gente. Kikyo es considerada una de las sacerdotisas más poderosas de la historia, después de Midoriko, que fue la mayor sacerdotisa de Japón feudal.  De la lucha de Midoriko con unos poderosos demonios se acabo creando la esfera de los cuatro espíritus, un poderosísimo amuleto que potenciaba enormemente el poder de los demonios y concedía deseos. Kikyo es la encargada de guardar y de mantener pura la esfera. Esto era una enorme responsabilidad, y kikyo la llevaba sobre sus hombros con pesar. Esta carga hacía que los demás vieran a Kikyo como una mujer fría, que había dejado de lado sus emociones para volcarse en su cometido. Sin embargo, bajo esa máscara se escondía una persona amable, sensible e infinitamente compasiva. Kikyo lamentaba profundamente no poder llevar una vida normal, pero esto no le hacía flaquear en su misión.

Un día, se topó con un medio demonio llamado Inuyasha, al que se negó a matar. Kikyo se veía reflejada en la soledad de Inuyasha, que, debido a su condición medio demonio- medio hombre, se veía repudiado por ambas partes.  Comenzaron a pasar más tiempo juntos. Aunque, inicialmente, la intención de Inuyasha era robarle la esfera ,a pesar de las amenazas de muerte de Kikyo.  Inuyasha  le ayuda a proteger los poblados de los distintos demonios, e incluso salva a su hermana Kaede.  Con el tiempo, llegaron incluso a amarse.


Kikyo, en su infinita bondad y misericordia, atendía secretamente a un ladrón que se hallaba quemado e inmovilizado en unas cuevas, Onigumo. Este llegó a obsesionarse con Kikyo, y decidió vender su alma y dejarse devorar por miles de demonios a cambio de un cuerpo nuevo con el que pudiera estar con Kikyo.  Desde entonces, Onigumo pasaría a convertirse en Naraku.



Después de un intenso asedio por parte de unos demonios que codiciaban la esfera de los cuatro espíritus, Kikyo, ya al borde de su aguante, le confiesa a Inuyasha que puede utilizar la esfera para otros fines debido a su condición de medio humano. Si lo quisiera, podría convertirse en un humano completo en vez de en demonio, de forma que la esfera se purificaría y se destruiría, quedando libre Kikyo de la eterna tarea y pudiendo así llevar una vida tranquila juntos. Inuyasha accede, ya que él también considera que siempre se le ha denegado el derecho de amar y de disfrutar de la vida. Acto seguido, se dan el primer beso sincero. Quedan entonces en encontrarse al día siguiente para realizar el ritual.

Cuando Kikyo llega al llega al árbol sagrado en el que habían quedado, Naraku, adoptando la forma de Inuyasha, la ataca por la espalda y le inflinge una herida mortal en el hombro derecho. Se burla de ella y de su inocencia, le quita la perla y le dice que necesita despurificarla con sangre, por lo que atacaría la aldea. La herida del hombro de Kikyo no era lo que más le dolía.


Naraku corrió al poblado y se transformó en Kikyo. Cuando llega Inuyasha, Naraku le dispara con el arco de la sacerdotisa y le insulta. Inuyasha huye, también destrozado por la traición de su amada. Guiado por la furia, Inuyasha ataca la aldea y roba la esfera que Naraku había colocado de nuevo en su santuario. Cuando está huyendo, Kikyo le ve a lo lejos y distingue en sus manos la esfera. En su último esfuerzo, Kikyo le dispara una flecha a Inuyasha que le atraviesa el pecho y lo deja clavado en árbol sagrado, donde cea en un eterno letargo que no terminará hasta que la sacerdotisa le quite la flecha.




Kikyo le pide a su hermana Kaede que incineren su cuerpo con la esfera.

 "Lo puro se ensucia, lo sucio se purifica, lo bueno se vuelve malo, lo malo se vuelve bueno, todo lo que vive muere y lo que muere renace". 



Medio milenio más tarde, en la época actual, nace la reencarnación de Kikyo, Kagome, que en su juventud es llevada por un demonio a través del pozo de detrás de su casa a la era feudal. Allí encuentra un hombre un poco extraño ensartado en un árbol. Este hombre, por supuesto, es Inuyasha. Kagome, al ser la reencarnación de Kikyo, es capaz de quitar la flecha, por lo que Inuyasha despierta.



Sin embargo, transcurrido un tiempo, un bruja nigromante hace un muñeco de barro y huesos mezclado con los restos inmolados de Kikyo. La bruja se da cuenta de que ya existe una reencarnación, ya que el cuerpo no tiene alma, así que secuestra a Kagome y le extrae parte de su alma para ir introduciéndolo en el muñeco, que pasará a convertirse en Kikyo.  Inuyasha se queda en shock al volver a ver a Kikyo, quien le ataca y le exige saber por qué le traicionó. Él le pregunta lo mismo. Kikyo tiene que seprarse de Kagome, ya que mientras permanezcan juntas, las almas que se utilizaron para dar vida al muñeco de huesos y barro, volverán a Kagome. En su huida tropieza y está a punto de caer a un barranco, pero Inuyasha la salva. Ella dice que solo morirá cuando Inuyasha muera, así que le ataca y consigue zafarse de Inuyasha, que queda destrozado pensando que ella había muerto de nuevo.



Kikyo termina llegando a un poblado, en el que se dedica a atender a los heridos y a los enfermos. Enseguida, todos la aman y la respetan, pero en su interior ella sabe en lo que se ha convertido, no es una mujer, no es un ser vivo, es barro y necesita de las almas de los caídos para mantener su cuerpo de arcilla.




Su autora, Rumiko Takahashi, es de las mangakas más importes que ha habido, con grandes títulos a sus espaldas, como Ranma ½ (ver entrada en el blog), por ejemplo. Comenzó su carrera en el manga a la par que estudiaba Química en la universidad, por lo que no solo es brillante, sino también polifacética. Su merecido apodo es el de “la reina del manga”.


Inuysaha es un manga y un anime muy rico y variado. Mezcla el Japón actual y el feudal, con la variedad de ambientes que conlleva, y todo ello con un diseño bellísimo y cuidado. Tiene momentos muy divertidos, muy tristes, muy excitantes y muy tranquilos. Los personajes están muy cuidados y tienen alma propia (excepto la pobre sacerdotisa reanimada). Kikyo es solo uno de ellos, y su historia tampoco termina aquí. Os animamos a comenzar a leer o a ver Inuyasha, no os decepcionará.

Kikyo es quizás uno de los personajes más trágicos del manga. Su romance imposible es equiparable al de Romeo y Julieta y su siempre cruel destino la persigue más allá de la muerte, y de la resurrección. 


*¿Qué os ha parecido? ¿Cómo crees que terminará la fatídica relación entre Kikyo e Inuyasha? Algunas veces el amor lo puede todo, otras el peso de la vida termina por ahogar la llamas más inextinguibles.  Comentad vuestras impresiones.


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