VUELVE A SER TIEMPO DE MICRORRELATOS

El frío ha vuelto, y con él, la inspiración. Hacía ya meses que no dedicábamos una entrada a los microrelatos, pero creemos que ya iba siendo hora de retomarlos, ¿no creéis?

Para los que no nos conocíais entonces, y para los que se os ha olvidados, esta propuesta consiste en lo siguiente: 

Nos dejáis en los comentarios un microrelato propio u otro que os haya gustado y nosotros haremos futuras entradas recopilatorias con todos los microrelatos que nos mandéis. El tema, esta vez, es libre, pero en ocasiones nos gusta dar una serie de palabras, que escogemos utilizando un generador aleatorio, y con las que se tiene que elaborar el microrelato. Creednos, esto lo complica bastante, pero lo hace más divertido, ya que nos permite ver historias breves muy dispares elaboradas con unas palabras en común. 

Os dejamos aquí el último microrelato que nos dejaron en los comentarios en su día y que no llegamos a recopilar. Aquella semana, el reto consistía en elaborar un microrelato con las palabras ventilar, habladora, hartazgo y espontanea. 

Esperamos que os guste, y, ¡esperamos vuestras aportaciones! 

Verbis Diablo:

Anteayer falleció en extrañas circunstancias la famosa tertuliana Carmen Menendez. Ha sido el único caso registrado de la historia en el que ha sido posible filmar una combustión espontánea. Se conoce que, la siempre habladora Carmen, motivo habitual de hartazgo de todo aquel que le rodeaba, había desarrollado con el tiempo una curiosa técnica que le permitía hablar indefinidamente sin necesidad de hacer pausas para respirar. Es decir, era capaz de respirar a la vez que hablaba, así como los grandes maestros griegos del clarinete pueden sostener una nota durante horas sin que sus necesidades vitales más básicas se lo impidan.


Pues bien, ahí estaba Carmen, que se había propuesto batir el récord mundial de permanecer 5 días sin callarse y, como no podía ser de otra manera, todo ello estaba siendo retransmitido en directo vía streaming en todo el mundo. Hasta el día 3 todo iba lo bien que podía ir un evento que giraba en torno a un desagradable don. Sin embargo, de pronto, millones de personas pudimos contemplar como carmen se iba poniendo cada vez más blanca, para después poner ponerse terriblemente colorada y, finalmente, estallar en llamas y quedar reducida a cenizas en apenas un par de segundos. Así, sin más. Por eso se llama combustión espontánea.


Los médicos han intentado explicar que, debido a un déficit de ventilación inducido por la no tan inocua habilidad de Carmen de ignorar su ritmo respiratorio para poder seguir hablando, junto con el cansancio físico y psíquico que conlleva permanecer días sin dormir (y si encima son 3 días sin parar un solo segundo de platicar), se ha podido producir una sobreactivación de las glándulas salivales, en un intento de seguir dando el callo, que haya producido una abrupta reacción en cadena que se hubiera extrapolado a cada célula del cuerpo para desembocar en una desregulación total del organismo, produciendo, finalmente, una rapidísima elevación de la temperatura corporal hasta niveles nunca antes constatados. Aunque un poco cogida con pinzas, parece una explicación razonable. Me pregunto que diría Carmen al respecto...

Dedalus Incandenza.

¿A qué esperáis? ¡Esperamos deseosos vuestros microrelatos!