10 DE DICIEMBRE - DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: "EL CÓMIC ALGO MÁS QUE ENTRETENIMIENTO"


Hoy 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. Se celebra cada 10 de diciembre, coincidiendo con la fecha en que la Asamblea General adoptó "la Declaración Universal de Derechos Humanos", en 1948. La asamblea general proclama la Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto individuos como instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, así como el cumplimiento de sus obligaciones, y a su vez, mediante medidas progresivas de carácter nacional e internacional, se asegure su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de Estados Miembros como entre los de los territorios dispuestos bajo su jurisdicción.

El principio de universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del derecho internacional de los derechos humanos. Esto quiere decir que todos los Estados tienen el deber, independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos, así como sus libertades fundamentales. Es un principio revolucionario, por el hecho de cambiar la jerarquía jurisdiccional de los Estados, así como la imperiosa obligación de introducir cambios en la legislación de los mismos. 

Otro principio de gran importancia y transcendencia e la igualdad: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Por tanto los Estados tienen la obligación de eliminar toda situación de discriminación por causa de sexo, raza, color, orientación sexual, y así sucesivamente.

El cómic es un medio de comunicación y creación literaria idóneo, no sólo para hablar de la propia historia de los Derechos Humanos, si no para exponer el atropello a los mismos, cometido por Estados, organizaciones, empresas y colectivos, a lo largo del globo terráqueo. Los cómics han sido y son un instrumento idóneo no solo para transmitir y crear belleza, sino también para forjar la identidad política de las personas. Se tiene una idea preconcebida de que el cómic es un mero instrumento de entretenimiento, algo para niños. Esta afirmación es todo un error nefasto, ya que el cómic y la novela gráfica son el legado gráfico de nuestra historia. 


En la década de los 80 dos novelas gráficas se convertirían en la piedra angular que cambiaría la visión que se tenia del noveno arte, hasta el momento. "Maus" de Art Spiegelman, un cómic sobre el holocausto que utiliza la formula utilizada anteriormente por el escritor ingles George Orwell en su ya clásica novela "Rebelión en la Granja". Por esta obra de arte, Spiegelman ganó el Premio Pulitzer. Unos galardones concedidos a la producción periodística y literaria, por tanto fue todo un hito que se le concediera a un cómic. Años antes un hombre con una mascara del mítico personaje histórico Guy Fawkes, cometía actos de terrorismo político en un Londres dictatorial y totalitario. Estamos hablando de "V de Vendetta". El gran maestro Alan Moore le regalaba  a al humanidad un cómic sin precedentes, que nunca pasaría de moda. Con ambas obras comienza la aproximación del cómic al concepto de derechos humanos, a las funciones que cumplen, a su historia, a su vinculación con la democracia y al Estado de Derecho. Con ellos se esbozará una idea básica de qué son los derechos, que marcar el camino a seguir a posteriores obras.


Los conflictos bélicos, los totalitarismo, la lucha por los derechos civiles, las persecuciones a colectivos históricamente discriminados, son algunos de los temas recurrentes a los que se agarra el cómic para aumentar el grado de sensibilidad y compromiso en la promoción de una cultura de los derechos humanos. "Hiroshima" o "Gen el descalzo", por ejemplo, relata el lanzamiento de la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y sus consecuencias inmediatas tanto para su narrador y su familia como para la propia ciudad.  Las sobrias ilustraciones en blanco y negro que dan vida a la autobiografía de Marjane Satrapi en "Persépolis", cuentan la historia de la autora, que creció en un régimen fundamentalista del que acabaría huyendo, para poder ser libre y desarrollarse como persona. 

Las obras de Joe Sacco, donde se realiza un trabajo de investigación periodística enorme. Creando un resultado de notoriedad absoluta. Su obras transmiten crónicas humanas, nos ponen rostro a la desesperación humana, a la guerra, y al mal que reina en el mundo. Sacco hace periodismo gráfico, pero no con una cámara, sino con sus lapices. Destacar cuatro grandes obras que le sitúan a la altura de Art Spiegelman: "Gorazde", "Palestina", "Notas al pie de Gaza" y "Reportajes". 

"Shenzhen",  "Pyongyang", "Crónicas de Jerusalén" y "Crónicas birmanas", cuatro viajes donde su autor, el canadiense Guy Delisle, narraba las penurias y crudezas de una existencia penosa y demoledora de millones y millones de personas a lo largo del Mundo: Corea del Norte, Palestina, Etiopía, China... y un largo ect. Como Maus y Persépolis, "El Diario de Zahara", pone voz y rostro al dolor y la rabia. En este cómic se pone de manifiesto la brutal represión contra los iraníes que en junio de 2009 salieron a la calle para protestar por el supuesto pucherazo electoral que mantuvo en la presidencia del país a Mahmoud Ahmadinejad. El cómic es la unión de retazos de familias rotas por el dolor y la desesperación ante la desaparición de sus hijos en las prisiones de un país que ejerció su burocracia institucional y judicial con mano de hierro. La novela gráfica se gestó para ser publicada on line, por entregas, y de hecho llegó a traducirse a trece idiomas, antes de las editoriales le echaran el ojo.




Finalmente, mencionaremos varias novelas gráficas sobre la Guerra Civil Española, para acabar este recorrido por grandes novelas gráficas de este noble arte, que han transmitido miles de historias de la crueldad del ser humano hacia su propia especie. En "Paracuellos"Carlos Giménez, nos narra la vida de miles de niños y niñas que vivían en los hogares de Auxilio Social en la postguerra franquista. Se trataban de una especie de orfanatos donde iban a parar los niños que habían quedado total o parcialmente desamparados a causa de la guerra civil. La importancia de esta serie de cómics, está en el hecho de mostrarnos la realidad de aquellos inocentes que vieron su vida truncada a muy corta edad. Que se les arrebato el amor y cariño de sus padres, por el simple hecho de defender unas ideas contrarias a un gobierno dictatorial, totalitario y asesino, que cerceno la vida de miles de personas y que sucumbió a España en una de las épocas más oscuras de su reciente historia. Y las generaciones actuales, tenemos el deber moral de conocer esa realidad, la de miles de niños y niñas que crecieron dentro de un estamento institucionalizado, con las consecuencias que esto conlleva.


Del mismo autor, y es que Carlos Gimenez es considerado el mejor cronista gráfico de la Guerra Civil y posterior postguerra, tenemos "36-39 Malos tiempos". Toda una crónica humana del Madrid asediado durante la guerra civil. El rencor, el hambre, el miedo, el sacrificio o la amistad cobran se dan la mano en unas viñetas que muestran el conflicto entre fascistas y demócratas. 

En definitiva, los cómics no se mantienen al margen del entramado social. Y es que, aunque en sus orígenes nacieron con la voluntad de entretenimiento, en los últimos tiempos han mostrado un creciente interés por denunciar los abusos sobre los derechos que acontecen en el nuestro entorno más inmediato. Han dado voz a las injusticias cometidas, las aberraciones de una especie sin moral, que destruye y devora todo aquello que toca. 

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